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¿Que pasa con la educación?
Ya no se trata de promover una "sociedad alfabetizada", sino la educación permanente para todos, jóvenes y adultos. El concepto de que la educación de un ser humano está acabada al concluir la adolescencia es perfectamente obsoleto. Hoy resulta necesario un sistema de formación escolar y post-escolar del niño, el adolescente y el adulto, para que la sociedad en su conjunto y cada uno de sus individuos sean capaces de adaptarse a la vertiginosidad de los cambios.

Mafalda y FelipeUn país cuyas escuelas primarias han devenido en comedores populares y sus maestros en  asistentes sociales; cuyos colegios y universidades pierden en el camino a la mayor parte de sus alumnos; cuyos profesores llevan años sin acceso a actualización y viven más como apóstoles que como educadores; un país que no invierte, no reestructura, no planifica y no debate sobre la educación, jamás podrá aspirar a un futuro mejor.

En 1993 surge en la Argentina un nuevo sistema educativo, una reforma con aspiraciones fundacionales orientada por nuevos principios filosóficos, para constituir el lugar donde habrían de formarse los nuevos ciudadanos que la transformación productiva requería.

La nueva estructura significó la aparición del Ciclo Polimodal que es, quizá, el segmento donde puede observarse con mayor claridad el vaciamiento científico y cultural. De sus tres cursos y diferentes orientaciones han desaparecido, o minimizados, disciplinas científicas básicas. Así, los estudiantes pueden llegar a concluir el ciclo sin haber estudiado, por ejemplo, Geometría, Física, Química, Historia, Geografía, Literatura y Biología, o pueden haber hecho un curso con un escaso número de horas que, lógicamente, cierra el paso exitoso a la educación superior y no califica para desempeño laboral alguno.

Pero tanto las instituciones como los docentes han debido asimilar otro proceso; el de la psicologización de la pedagogía. Esto, dio lugar a que muchas instituciones escolares pasaran a ser sólo espacios para "la comprensión, la contención, la libre expresión". La modificación de los regímenes de calificaciones, la "naturalización" de la repitencia, la disminución de la exigencia de estudio sistemático, la introducción de incontables períodos de compensación, la desaparición del estudio sistemático de la lengua oral y escrita, el abandono de la lectura y del uso de libros, el menosprecio por la memoria y la adquisición de automatismo, son algunas de las formas en la educación ha ido acompañando la crisis económica, social, cultura del país.

Educacion1La educación ha sido golpeada sistemáticamente en América latina, y no solo por los altos y marcados índices de analfabetización que se registran (a modo de ejemplo, en la Argentina la cantidad de niños menores de diez años que sufren esta dolencia educativa asciende a 586.570 ), en todo el continente, sino también porque la educación ha pasado a ser mucho más que saber leer y escribir, tener conocimientos básicos de matemática, historia o literatura. Las nuevas tecnologías y escuelas del pensamiento contemporáneo forman parte ya hoy, de la instrucción indispensable de la población en general. Los gobiernos de los últimos quince años no solo han desatendido la situación de la educación en el país, sino que han hecho todo lo posible por degradarla, precarizarla y disminuirla a su mínima expresión. La cantidad de recursos destinados por la administración federal, la organización de las enseñanzas pre-escolar, primaria y secundaria, sin olvidarnos de la educación superior, van acompañados de una falta sistemática de políticas de Estado destinadas a evitar la deserción escolar (la población de entre cinco y quince años que no asiste a ninguna escuela en la Argentina es de 242.335 niños [2]).

El proceso de aniquilación de la educación pública llevado a cabo a partir de los años `90, con un ensañamiento sin precedentes combinó, la reducción de los recursos, el vaciamiento del Ministerio de Educación de la Nación, la transferencia a las provincias de la enseñanza secundaria (sin los correspondientes fondos), la reforma sin una planificación adecuada y sin la debida información de la educación inicial nacional, a través de la Ley Federal de Educación (ley Nº 24.195), y la intención de modificar la educación universitaria por medio de la Ley de Educación Superior, a lo que se le sumaron la multiplicación de pequeñas Universidades Nacionales y la proliferación de las Universidades Privadas.

Los presupuestos nacionales destinan pequeñísimas porciones del total a la educación y la investigación científica. En el año 2001 con un presupuesto total de cuarenta y dos mil millones de pesos [3],  solo destina tres mil millones y medio a educación y quinientos millones a ciencia y técnica [4]. Esto plantea un cuadro crítico a la hora de hablar de educación, pues de estos recursos no deben surgir únicamente los salarios docentes sino también, los gastos de infraestructura, de materiales de estudio y herramientas necesarias para el desarrollo del aprendizaje, la renovación de la poca tecnología disponible, etc. Mientras esta es la situación que existe en la educación, la relación que guarda con otros sectores del gasto público es disparatada (a modo de ejemplo los servicios de la deuda externa pública nacional se llevaron once mil millones de pesos). De este modo, el gasto de los servicios de la deuda externa (esto es los intereses) significan el 26% del presupuesto, mientras que la educación solo recibe el 9,5%.

Que la formación de la sociedad, y el desarrollo del perfil cívico de los habitantes de un país este por debajo de los asuntos financieros en las prioridades del Estado, muestra poca voluntad política de crecimiento a nivel social del país de carácter humano y una muy mala estrategia de crecimiento económico sostenido a largo plazo, puesto que para esto es fundamental la inversión en la producción intelectual.
La falta de una educación organizada y orgánica atenta contra la identidad común de una nación, pues no permite la transmisión y difusión de ciertos conocimientos básicos forjadores de identidad como por ejemplo mismo lenguaje, una historia común, familiaridad con el territorio, un conocimiento del Estado al cual están ligados y del cual forman parte fundamental, etc. Las sociedades son más injustas, violentas e inequitativas cuanto más  espacios le son cedidos a la ignorancia.

Por todo esto es necesario comprender que el proceso educativo, se inicia a una temprana edad, en el nivel preescolar, pero paradójicamente no termina nunca. La clave de la educación es lograr que las personas o educandos logren desarrollar el pensamiento  crítico, que es la herramienta que va a posibilitar formar ciudadanos concientes de su situación y comprometidos con la realidad social. La Universidad es, por así decirlo, el ultimo escalón dentro de este proceso, pero no representa el final. Vemos hoy que en las puertas del siglo XXI, el titulo de grado pierde en posibilidades frente al profesional de postgrado, y esto se debe a su situación educacional.

Debemos tener presente también que un sistema es un conjunto de elementos que guardan relación entre si, de tal forma que los cambios sufridos en alguno de ellos, ya sea por causas externas o internas, extienden sus efectos a los demás. Los elementos de un sistema educacional son las instituciones escolares, clasificadas en niveles.
Ahora bien, la situación de la Universidad pública no es muy distinta a la del resto del sistema educativo y no se ha escapado por completo del embate contra la educación en general.

La cantidad de dinero que los argentinos colectivamente dedicamos a la educación en general, y a la educación superior en particular, si bien tiende a crecer en el largo plazo, no acompañó ni remotamente al crecimiento de las necesidades tal como lo indica el número de estudiantes. Las razones que intervienen en este suceso se pueden agrupar en tres, teniendo presente su gran contenido político-ideológico.

Primero, la riqueza generada por la Argentina en los últimos años fue marcadamente en descenso; mientras que las tasas de desempleo y exclusión social fueron marcadamente en aumento. Y en consecuencia, el rol social de la Universidad juega un papel fundamental, sobre todo como contenedora de aquellos que ante las incapacidades diarias buscan refugio en las aulas invirtiendo en el desarrollo intelectual.

Segundo, el Estado Argentino, ha sufrido una aguda crisis fiscal, lo cual significa que no ha conseguido genuinos recursos para hacer frente a todos los gastos. La desvinculación del Estado de prácticamente todos los aspectos sociales hizo que la solución al déficit fiscal fuera el recorte; en vez de la persecución de los grandes deudores (representantes de los más altos y poderosos sectores económicos). Es de remarcar que los recursos asignados a la educación superior en el presupuesto del año 2002 es sensiblemente menor al del presupuesto de 2001. Mientras en el primero se le asignan mil ochocientos un millones de pesos ($1.801.000.000), al siguiente se le recortan alrededor de cuatro millones de pesos, determinando un total de mil setecientos noventa y siete millones de pesos ($1.797.000.000).

Tercero, es bueno recordar que los recursos son siempre escasos y su utilización surge de procesos de decisión complejos a veces muy oscuros pero que reflejan las prioridades de los grupos de mayor incidencia en las decisiones. Es evidente que la mayoría de la sociedad, y los estudiantes en particular, no tuvimos una participación, ni un mero reconocimiento, al momento de poner los temas de la agenda de Estado.
No es necesario ahondar profundamente en las consecuencias directas e indirectas que los sucesivos recortes presupuestarios tienen sobre el sistema universitario publico nacional. Mas bien hay que decir que con fruto de la situación económica, entre otros factores, la Universidad ha sufrido un cambio profundo en sus objetivos y funcionamiento.

La Universidad concebida originariamente como una corporación de intelectuales destinada a formar pensadores, ellos claramente comprometidos con la realidad y con una gran capacidad de análisis y resolución de los diversos temas que afectan a la sociedad; fue abandona en la actualidad debido a la necesidad de precarizarla, donde las corporaciones sólo se encargan de cuidar el monopolio de sus actividades convirtiéndose así en empleados de lujo, en vez de plenos transformadores de la realidad.

La educación es un concepto que supera cualquier definición estanca, o cualquiera que la quiera circunscribir a una etapa determinada. Es un proceso permanente que debe involucrar a toda la comunidad. No podemos pensar la educación como un mercado mas, donde la oferta y la demanda regulan las relaciones entre educados y educando, entre ciudadanos e instituciones. La educación (como la salud) es siempre publica. El Estado es el agente responsable indelegable.

La educación es lo que moldea las sociedades, las define y determina, y es además un factor principalísimo de movilidad social ascendente, permitiendo construir sociedades más igualitarias desde todo punto de vista.
Por eso, en los comienzos de este siglo que recién empieza debemos recordar que la educación es un derecho y no un privilegio que otorgan los hacedores de políticas y del pensamiento globalizado.

Artículo extraído de Internet por Rodrigo

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La delincuencia, la juventud y el deporte
La delincuencia abarca muchos campos entrelazados entre sí: vagancia, pandillas, licor, drogas... e inevitablemente nos lleva a un solo fin, la destrucción del individuo, lo que lleva a la destrucción de la familia que es el núcleo fundamental de la sociedad y a la destrucción de la propia sociedad en sus valores...

La delincuencia es un problema social muy complicado y tienes muchas causas, entre algunas, es el resultado de: problemas económicos y sociales, malas compañías, falta de posibilidades recreativas y culturales, la propaganda comercial mal dirigida, la ignorancia o falta de información correcta sobre la función del individuo dentro de la sociedad, el sensacionalismo de las noticias sobre los actos delictivos criminales y la glorificación de los marginales de la Ley, la falta de instrucción ética y religiosa, la explotación de menores, la pornografía, las drogas, los miedos, las tensiones, ansiedades e incertidumbre, que son producto del actual mundo globalizado.

Golazo por El Tomy

Muchos pensamos que la delincuencia disminuirá con más educación, con más parques deportivos, con una mejor organización y educación del núcleo familiar, con una mejor información de la prensa, con mas puestos de trabajo, con mas producción, con mejor calidad de la enseñanza, que en los colegios y universidades no solo se dediquen a la parte técnica sino a enseñar moral, ética y valores como antes.

Y para lograr esto necesitamos tomar una actitud positiva ante la vida.

Para los gobernantes que tienen el poder, educar a una nueva generación de ciudadanos, transmitiéndole valores a través del Deporte. Para ello establecer centros de enseñanza deportiva satélites en puntos estratégicos en beneficio de todos los sectores sociales.

Para los padres, tener un mayor control de sus hijos, de sus amistades y en que emplean su tiempo libre, estar con ellos, ser amigos de ellos.

Para los profesores, que se dediquen a eso, a enseñar, no solo su materia, sino como comportarse correctamente en la vida.

Para los entrenadores deportivos, enseñarles la mística del mismo, no solo las reglas y jugadas, sino también la disciplina y el coraje, el saber ganar y perder deportivamente, el deseo del triunfo por medios lícitos.

¿Y porqué el deporte?... porque considero que es una de las mejores armas que tiene la sociedad para alejar a la juventud de la droga y la delincuencia, tenemos muchísimos ejemplos en todos los deportes de estrellas que salieron de barrios o sitios muy pobres, donde estaban listos para enrolarse en las filas del vicio y la vagancia precursoras de males mayores.

Mencionaré solo algunos:

George Herman Ruth (Babe), nació el 6 de febrero de 1895 en Baltimore. No fue huérfano como dice la leyenda, su madre murió cuando el tenia 16 y su padre muere cuando Babe jugaba en las mayores. Cuando niño rondaba las calles, el pequeño Ruth, robaba, faltaba a la escuela, masticaba tabaco y tomaba whisky. En 1904, cuando tenía 7 años sus padres lo mandaron a la escuela reformatoria St. Marys de Baltimore debido a su mala conducta. Al pasar casi toda su juventud en esta escuela y gracias al padre Matías Gilbert, Babe llegó a convertirse en un excelente jugador de pelota, uno de los mejores de todos los tiempos

Sammy Sosa, la vocecilla salida de un minúsculo y oscuro rostro infantil. Con los labios resecos por la deshidratación y los ojos hundidos. El color negro de su piel estaba cenizo, la miseria le arrebataba el color negro de su piel. Bajo su brazo llevaba una destartalada caja de madera con betún y lustraba zapatos por dos pesos. Lo que quedaba de una camisa raída sin botones, los harapos de lo que una vez fue un pantalón cubría sus genitales. Sus pies descalzos y curtidos se confundían con el polvoriento piso del parque Duarte de San Pedro de Macorís, en la República Dominicana. Esta actividad que la realizaba para llevar algo de comer a casa la combinaba con la venta de naranjas y el cuidado y lavado de carros de famosos jugadores como George Bell, Joaquín Andujar, que retornaban de los Estados Unidos. Su papá murió cuando Sammy solamente tenía 5 años. Sammy tenía que usar una caja de cartón de leche para su guante y un palo para su bate. Empezó a practicar y jugar béisbol con mucha dedicación. La velocidad para robar bases la desarrollo corriendo detrás de los camiones que transportaba caña para los ingenios. Terminaba de masticar el trozo de caña escupía el bagazo al aire y con el tallo la bateaba. Horas de juegos del "ponchado, "el que apara batea" fueron desarrollando sus cualidades. Se entrenaba intensamente, se alimentaba un tanto mejor, hacia ejercicios.

Rod Carew, nació en Gatún, de origen humilde, nacido a bordo de un tren que hacía el recorrido entre Panamá y Colón, realza el mérito de haber triunfado en la liga de béisbol más competitiva del mundo, y se desarrolló en su niñez en las Ligas Juveniles de Color en la antigua Zona del Canal y nunca jugó en la Ligas Oficiales bajo jurisdicción panameña; sin embargo se ha reportado que jugó pelota infantil en Ligas de la Casa Elga en Barraza a los 12 años de edad. Se trasladó con su familia a New York a los 15 y fue identificado prontamente como un jugador de gran futuro, ascendiendo rápidamente a las Menores y en tres años ya había llegado a las Mayores con Minesota de la Liga Americana.

Fernando (El Toro) Valenzuela, nace el 1 de noviembre de 1960 en Ecchohuaquila (estado de Sonora, México), un pueblecito de unos 250 habitantes y en una modesta casa de adobe blanqueado con techo de lodo y paja, este niño ni su familia tenían idea de lo que posteriormente le deparaba la vida. A base de tesón y empeño, sobreponiéndose al hambre y al cansancio logró su objetivo, Las Grandes Ligas.

Y así muchos más... nos demostraron que pudieron sobresalir en el deporte a pesar de su origen humilde y pobreza extrema en su niñez, pero supieron perseverar, tuvieron voluntad de hierro para conseguir sus objetivos.

La recreación y el juego pueden y deben utilizarse a conveniencia en el disfrute educativo del tiempo libre de los niños. La edad de 5-6 años hasta la adolescencia es la más importante y es donde se le debe sacar el mayor provecho a esta etapa, como escape a las energías inagotables de los niños y de los jóvenes.

El reto, la lucha por el triunfo, la satisfacción por robar una base, lograr un homerun, el toque sorpresivo de una bola para empujar una carrera son elementos que aumentan la adrenalina en un juego y logran desahogar y canalizar la gran energía acumulada en el joven. La disciplina y la rigurosidad en los entrenamientos logran formar una personalidad responsable, perseverante y respetuoso de las reglas.

Parafraseando a San Juan Bosco "No hay jóvenes malos sino jóvenes mal orientados", debemos buscar a través de la práctica deportiva educar y transmitir valores a los niños y a los jóvenes

Artículo extraído de Internet por Rodrigo

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