diseño arquitectónico C9 [plan 2014]
 

algunas definiciones de arquitectura

 

fernando távora

"durante años pensé en la arquitectura como algo diferente, especial, sublime y extraterreno, algo así como una intocable virgen blanca, tan sublime, tan ideal que a pocos era dado realizarla o comprenderla; el arquitecto era para mi un genio semidivino o apenas nada. entre la pequeña choza y la más famosa obra de arquitectura no había relación, como no la había entre el albañil y el arquitecto. eran cosas diferentes, desligadas. este concepto mítico de la arquitectura y del arquitecto producía en mi un atroz sufrimiento, dado que yo no era un genio y no conseguía por tanto realizar edificios tan intocables como vírgenes blancas.
pasaron los años. ví edificios y conocí arquitectos. percibí que un edificio no se contiene en una bella planta ni en una bella fotografía hecha en un día de sol y bajo su mejorángulo; verifiqué que, al final, todos los arquitectos eran hombres, con sus cualidades, mayores o menores, y con sus defectos, mayores o menores. advertí entonces que la arquitectura era sobre todo un acontecimiento como tantos otros que llenan la vida de los hombres, y como todos ellos, sujeto a las contingencias que la misma vida implica. Y la intocable virgen blanca se convirtió para mí en una manifestación de la vida. perdido su sentido abstracto, encontré entonces la arquitectura como una cosa que yo o cualquier otro hombre podíamos realizar -mejor o peor- terriblemente contingente, tan asida a la circunstancia como un árbol se coge a la tierra por sus raíces.
y el mito se deshizo. y entre la pequeña choza y la obra maestra vi que existían relaciones, como sé que existen entre el albañil (o cualquier otro hombre) y el arquitecto de genio.
vista bajo este ángulo, la arquitectura se me aparece ahora como una gran fuerza, fuerza nacida de la tierra y del hombre, cogida por mil hilos a los cambios de la realidad, fuerza capaz de contribuir poderosamente a la felicidad del medio que la vio nacer."

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rex d. martiessen. la sustancia de la arquitectura.

la arquitectura tiene por objeto, en sus aspectos más amplios, suministrar abrigo y un ambiente formal para las actividades del hombre ordinario. sin embargo, la sola idea de abrigo, que es fácil identificar con toda construcción, no implica necesariamente los modos conscientes y ordenados de construcción y disposición que constituyen los elementos básicos de la arquitectura. las primeras
tentativas realizadas por el hombre para procurarse protección de los elementos, a fin de satisfacer las exigencias de una vida relativamente sedentaria, involucraron una modificación mínima del medio natural. la explotación de las condiciones topográficas naturalmente ventajosas, como la rudimentaria excavación de cuevas para obtener cierta forma de habitación, en un primitivo estadio de la vida sedentaria y organizada, no supone todavía la idea de construcción; ni aun tampoco la reunión de grandes unidades de material de construcción en un estado comparativamente amorfo, para dar lugar a una morada permanente, refleja algún principio rector que nos dé una verdadera idea de la arquitectura. pero la distancia que media entre la elección deliberada del lugar para la construcción y la simple adaptación de las condiciones físicas inmediatas, representa un gran adelanto hacia la
disposición y control del espacio y, por lo tanto, hacia la construcción formal.

la técnica de la definición espacial comprendida en una escala relacionada a las necesidades humanas impone dos condiciones que deben cumplirse únicamente dentro de ese marco que llamamos arquitectura. la primera de ellas es la satisfacción de las exigencias de orden y sistema, en una organización reconocible y mensurable que trace un límite entre las actividades del hombre y el medio circundante en que proyecta desarrollar su vida. la segunda condición es la formulación de un vocabulario estructural que le permita dar expresión práctica a aquellos conceptos espaciales que postula para la creación de un medio formalmente deliberado. las primeras manifestaciones de dicho vocabulario en un medio duradero, tal como la piedra, cobraron la forma de burdas construcciones en las cuales la intratabilidad material del medio usado, trajo por consecuencia un elevado cociente entre
el volumen de material empleado y el del espacio cercado. en efecto, el empleo de unidades de material excesivamente grandes en relación con sus fines, determinó naturalmente una preponderancia exagerada de la estructura, y restringió la flexibilidad de las formas y combinaciones de planos que podían formularse independientemente de la construcción concreta.

los elementos utilizados para cerrar el espacio -los muros, con sus correspondientes vanos para puertas y ventanas, el techo y el piso- sufrieron por consiguiente un desarrollo empírico donde el constante esfuerzo por tornar factible la conciliación entre espacio y estructura constituyó la ocupación principal del constructor. la conformación de los materiales en unidades y la tendencia a uniformar el tamaño y diseño de dichas unidades, abrió nuevas posibilidades formales en la construcción, en tanto que la evolución paralela de un idioma constructivo sistemático permitió al constructor ajustarse a un plan de acción conscientemente predeterminado, acomodando al mismo los materiales y los métodos constructivos. este proceso de concebir una disposición estructural como algo completo en el plano mental o, para decirlo más formalmente, como una empresa proyectada cuyas condiciones totales de realización se establecen sin referencias al esfuerzo “práctico”, pero que son susceptibles de materializarse posteriormente en el medio elegido, contiene los gérmenes no solo de la arquitectura, sino de lo que se conoce genéricamente como arquitectura “clásica”. una construcción llevada a cabo sin método y sin plan previo se pone en evidencia por falta de una idea central y por la ausencia de control deliberado, todo lo cual da una impresión general de cosa amorfa o incompleta, cuando se contempla la síntesis resultante. no podemos llamar “organización” a este resultado ni tampoco podemos decir que se trate de un “trabajo terminado”, entendiendo por este último término algo más que el mero cese del esfuerzo aplicado. la noción de arquitectura supone, entonces, un fin predeterminado, un origen conceptual del cual la expresión material solo es el proceso que le da término. la materialización de las ideas preconcebidas depende -como ya dijimos-, en última instancia, de la técnica práctica y del dominio del material disponible para el proceso de la terminación.

capítulo 1. la sustancia de la arquitectura. 1.espacio y arquitectura. la idea del espacio en la arquitectura griega. rex. d. martiessen, 1957.

 

dolores alonso. navegando contra la corriente.

a mi juicio son varias las cuestiones que confieren a la arquitectura una condición especial como área de conocimiento creativa. especial en relación a su vínculo con lo humano: una se refiere a la capacidad de la arquitectura para producir lugares habitables. ese tipo de espacios artificiales donde nos gusta estar, donde nos gusta vivir, donde en definitiva queremos habitar. sin embargo estamos habituados a que la arquitectura se identifique con lo monumental, con ese tipo de edificios que se encuentra catalogado o se encuentran reseñados en las guías turísticas. y la arquitectura sin embargo aparece de la forma más elemental en los lugares más próximos. esa terraza sobre el mar donde se protege absolutamente del viento, donde se protege del calor del verano, y sin embargo permite pasar la brisa del aire. ese tipo de espacio es el que realmente nos interesa, un tipo de espacio que produce una arquitectura que se engrana realmente con el vivir. otra cuestión que nos parece muy relevante es la capacidad de la arquitectura para modificar el medio físico. la arquitectura cuando se materializa modifica la realidad de tal manera que produce una realidad física nueva. por lo tanto nos vemos en el compromiso de sensibilizarnos de una manera muy particular sobre ciertos problemas que atañen al paisaje, o que atañen al clima, a la geografía, a la ecología, a la ciudad, a la sostenibilidad, etcétera.

otra cuestión ineludible para la arquitectura es sus vínculos con la cultura y esto es lo que perseguimos con nuestro trabajo: incorporar a la arquitectura dentro del ejercicio del pensamiento y del esfuerzo por concebir una realidad mejor, que en nuestro caso se traduciría en una realidad física de mayor calidad ambiental, en definitiva en una realidad física mas humanizada.

 

sergio bertozzi. de architectura

de los tratados de arquitectura, de architectura, es el más antiguo que se conoce en occidente. escrito por marco lucio vitruvio polión presumiblemente entre los años 23 y 27 ac, en época de augusto, conocido y empleado durante la edad media e impreso por primera vez en roma en 1486 -editado por giovanni sulpicio da veroli-, se convirtió en un elemento de referencia inevitable en la teoría de la arquitectura de la edad moderna, desde el renacimiento hasta finales del siglo VIII. de architectura expone las reglas de la arquitectura pero también las condiciones que debe reunir el arquitecto, y en ese sentido no es solo un tratado en el que se ponen al descubierto todas las reglas de la arquitectura sino un tratado que aborda cuestiones éticas que el autor considera parte esencial de la disciplina. resulta sorprendente no tanto el hecho de que vitruvio de tanta importancia a este aspecto, al punto de sostener que resulta imposible levantar una obra sin honradez y sin honestidad, sino que en decenas de posteriores definiciones o intentos de definir a la arquitectura esta dimensión esté ausente o soslayada. precisamente, las dimensiones sociales y medio ambientales de la arquitectura forman parte de una ética desde la cual debería proyectarse el mundo, y es por esta razón que sostengo que, a mi juicio, la arquitectura debe ser ante todo disposición consciente de los elementos básicos -forma y espacio- en términos estéticos y éticos, algo que no supone ningún conflicto con los aspectos funcionales ni estructurales pero que tiene enormes implicancias en la calidad de vida y en la preservación del medio ambiente.

la arquitectura en la época de augusto era un arte total, es decir que incluía a la pintura, la escultura, el urbanismo, las fortificaciones y las máquinas de guerra, las obras hidráulicas, los teatros y los templos, los puertos y los puentes, la resistencia de los materiales y los procedimientos de construcción. desde de architectura vitruvio afirmaba que es "conveniente que el arquitecto sea una persona culta y conozca la literatura para fortalecer su memoria con sus explicaciones; conveniente que domine el arte del dibujo, con el fin de que, por medio de reproducciones gráficas, le sea posible formarse una imagen de la obra que quiere realizar; también la geometría ofrece múltiples ayudas a la arquitectura, pues facilita la práctica mediante el uso de la regla y del compás, con lo que fácilmente se plasman los diseños de los edificios en los solares, mediante los trazados de sus líneas, sus niveles, sus escuadras; gracias a la óptica se sitúan correctamente los puntos de iluminación, según la disposición concreta del cielo; por medio de la aritmética se calculan los costes de los edificios, se hace ver el porqué de sus medidas y mediante el apoyo y el método de la geometría se descifran los difíciles problemas de simetría; conviene que conozca a fondo la historia ya que con frecuencia, se emplean abundantes adornos y debe contestar a quien pregunte las razones de sus obras, apoyándose en argumentos históricos. Por otra parte la filosofía perfecciona al arquitecto, otorgándole un alma generosa, con el fin de no ser arrogante sino más bien condescendiente, justo, firme y generoso, que es lo principal; en efecto, resulta imposible levantar una obra sin honradez y sin honestidad." de architectura cobra una inquietante actualidad en un contexto en el que la honradez y la generosidad no parecen ser las reglas principales de oficio, y que deberían estar siempre por encima de las "reglas" de composición y las "reglas" de construcción.

de esa arquitectura como arte total y de ese arquitecto caracterizado por la universalidad del conocimiento, se va a pasar a partir del siglo viii y como consecuencia de la división del trabajo, a un esquema de especificidad disciplinar. este proceso obedeció a dos causas básicas: la primera, que es común a todos los campos del conocimiento científico, está vinculada con la expansión cuantitativa del conocimiento que se produjo a partir de finales del siglo xvii y que va a demandar la diversificación de los campos disciplinares y de formación disciplinar. el conocimiento comenzó a multiplicarse y se hizo imposible aprenderlo y aprehenderlo en su totalidad, a la manera propiciada por de architectura, y de ahí la necesidad de hacer recortes disciplinarios cada vez más estrechos, de especializarse en segmentos cada vez más particulares. por otra parte el pensamiento utilitarista característico del realismo, trajo como consecuencia una mayor preocupación por desarrollar capacidades instrumentales sobre las capacidades genéricas. el campo de conocimiento original de la arquitectura no solamente se subdividió sino que se recortó hasta que solamente quedaron los contenidos instrumentales, con una creciente tendencia a reducirse aún más a las competencias que demanda el mercado laboral y a entender a la educación como una cuestión de conocimiento técnico. este pensamiento utilitarista va a propiciar una serie de antinomias y divorcios, entre generalidad y especificidad del conocimiento, entre arte y ciencia, entre teoría y práctica, entre arquitectura e ingeniería.

a esta altura queda claro que mi interés se centra no tanto en definir a la arquitectura sino en desentrañar los orígenes de este oficio -antes que arte o ciencia- y su proceso de evolución y diversificación, en el que se encuentra a su vez inmerso el propio origen de la ingeniería y su posterior fragmentación en especialidades, y la pérdida de las dimensiones éticas -en términos sociales y ambientales- y estéticas. no está en discusión el carácter científico de la ingeniería en cuanto es verificable su evolución en un sentido, al menos hasta cierto punto, pero la arquitectura -como la filosofía- no poseen este carácter, no evolucionan en un sentido claro, necesariamente no progresan en el sentido positivista. la ciencia se basa en ese sentido de progreso que se mide en la sustitución de una teoría por otra cuando esta parece ser mejor que la anterior, o en la sustitución de una tecnología por otra superior en prestación cualitativa y/o cuantitativa, independientemente de los costos y consecuencias que pueda tener para la sociedad y para el medio ambiente. En la física es imposible volver atrás una vez que se produce una sustitución. en la arquitectura eso no solamente es posible, sino que se puede sostener que hay arquitecturas anteriores que son mejores que las posteriores, de la misma manera que se puede sostener que la primer filosofía es mejor que la última.

 

ludovico quaroni. la arquitectura como oficio.

desde el punto de vista del político, la arquitectura es el resultado, bueno o malo según la postura del propio político, del uso que el poder hizo en un determinado período del territorio y de las actuaciones sobre él.

vista con el ojo del historiador, la arquitectura es también la documentación de las capacidades de una cultura para representarse a sí misma.

examinada con la óptica selectiva del historiador del arte, la arquitectura es, sobre todo, una de las manifestaciones del genio artístico de quien trabajó mejor que otros en un determinado período. al crítico le interesan las realizaciones en sus valoraciones relativas, independientemente o casi de los procedimientos empleados y de la historia de su proceso proyectual y su campo de interés abarca, junto con las figuras de los grandes arquitectos responsables de aquellos "monumentos", la evolución y la sucesión de las distintas escuelas y movimientos.

vivida en primera persona por quien es arquitecto o lo esté siendo, la arquitectura debería interesar, además de por lo dicho hasta aquí, como el resultado de una actividad natural del hombre que trata de proceder a humanizar el espacio natural con los medios que la cultura a que pertenece pone a su disposición. Operación que las culturas más evolucionadas y articuladas han llevado a cabo sirviéndose, según los casos, de particulares figuras profesionales: artesanos, maestros de obras vinculados a un grupo especializado y organizado, funcionarios de corte o de la administración pública, artistas, profesionales, empleados.

en cualquier caso todos ellos siempre tuvieron algo en común: el oficio.

 

santiago calatrava. formigó.

he decidido hablar en primer lugar acerca de la cuestión de los materiales porque creo que son fundamentales en la arquitectura. después de todo, en las ruinas arquitectónicas uno solo encuentra piedras. Así que la parte material de la arquitectura, es decir, su soporte material, tiene una importancia fundamental en mi opinión.

creo que el primer paso para comprender la arquitectura es entender qué son el hormigón...¿qué formas puede adoptar?

en catalán, mi lengua materna, decimos formigó. formigó viene de forma. en castellano, se llama hormigón, con una h sustituyendo la f. formigó significa "material con el que se puede dar forma". esta es una buena definición para hormigón.

 

william morris. prospects of architecture in civilization [1881].

mi concepto de arquitectura está en la unión y en la colaboración entre las artes, de modo que cualquier cosa esté subrdinada a las otras y en armonia con ellas, y cuando utilizo tal palabra, este será su significado y no otro más restringido. es una concepción amplia porque abarca todo el ambiente de la vida humana; no podemos sustraernos a la arquitectura, ya que formamos parte de la civilización, pues representa el conjunto de las modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando solo el puro desierto.

 

jean nouvel. los objetos singulares.

el arquitecto está en una situación muy particular, no es un artista en el sentido tradicional, no es alguien que medita ante una hoja en blanco, no es alguien que trabaja ante su tela. a menudo lo comparo con el realizador cinematográfico porque tenemos más o menos los mismos apremios: nos encontramos en una situación en la que debemos producir, en un tiempo determinado, con un presupuesto dado y para determinadas personas, un objeto. trabajamos con un equipo. estamos en una situación en la que vamos a ser censurados, de manera directa o indirecta, en nombre de la seguridad, en nombre del dinero, incluso en nombre de una censura que es reconocida. tenemos censores profesionales en nuestro oficio. estamos en un terreno que está acotado, limitado. a partir de eso, ¿dónde podemos encontrar un espacio de libertad y medio de sobrepasar las coacciones?



jean nouvel. la especificidad de la arquitectura.

creo que la especificidad de la arquitectura consiste en llegar a concentrar de una forma durable y habitable los valores culturales de una época y un lugar. pinturas, películas, fotografías, tienen una cualidad similar como emergencias materiales de una cultura, pero en arquitectura nos encontramos con el espacio habitable como problema específico. sea a la escala del individuo o de la ciudad, la arquitectura es lo que nos rodea, y lo que ha sido encargado y producido para ser usado. una de las grandes especificidades de la arquitectura es la de haber sido la encargada de resolver determinados problemas. no hay auto-arquitectura: si puedes hacer lo que te dé la gana, sin limitación de coste o lugar, no estarás haciendo arquitectura. no podemos reclamar los valores artísticos como valor fundamental de nuestro trabajo: la poesía es sólo un valor añadido a nuestro trabajo, puesto que estamos comprometidos con un arte aplicado. la arquitectura es una actividad que implica un enorme consenso: una gran cantidad de gente interviene -a través de permisos, presupuestos, informes técnicos- para que pueda llevarse a cabo la voluntad de un cliente que además ha de estar convencido. No podemos olvidar estos parámetros. la especificidad de la arquitectura consiste en dar respuesta a una demanda social dentro de un contexto cultural.



helio piñón. artesanos y creadores.

en el marco de una idea mítica de arte, el oficio (de arquitecto) se entiende como el conjunto de habilidades casi manuales que garantizan un proyecto exclusivamente racional y, por lo tanto, antiartístico. es como si el propio concepto de oficio reuniese aquellas competencias cuyo ejercicio, por lo conocido y esperable, comprometiera sin remedio la propia esencia singular de la obra de arte.

en las escuelas (de arquitectura) casi siempre se trata de impartir talento, no de garantizar oficio: desde hace unos años menudea un tipo de arquitecto singular, sin precedentes en la historia, que responde al programa didáctico asimismo insólito de formar arquitectos con talento pero sin oficio.

el desprestigio del oficio al que se asiste desde hace años se debe, a mi juicio, a un doble motivo: por una parte, la inexistencia de un sistema de concepción arquitectónica generalizado en la conciencia de quien proyecta hace difícil pensar en un cuerpo disciplinar más o menos estabilizado; por otra, el grado de excepcionalidad que con progresivo empeño se pide a la arquitectura, la identificación de la genialidad con la extravagancia, choca desde el principio con cualquier noción de oficio en la que apoyarse, aunque no sea mucho más que la observancia de las normas más elementales de la buena construcción.

la anomalía tiene su origen en una idea falsa de la práctica artística, asociada por lo común a un soplo de genio casi sobrenatural que ennoblece una conducta guiada por las normas de una hipotética razón común. pero la práctica del proyecto es una actividad orientada a la concepción de objetos, ordenados según criterios que, sin ceñirse sólo a lo visual, tienen en la visualidad su vía específica de acceso y su categoría estética determinante.

desde esta perspectiva, que reconoce la naturaleza específica del acto de proyectar como caso particular del pensamiento visual, la descripción del marco de la concepción arquitectónica es irreductible a un planteamiento dicotómico como el que encierra la oposición oficio/talento.

con una idea inclusiva de oficio -inseparable del talento e indispensable para la creación auténtica-, no haría falta adornar la simple competencia con atributos excelsos; de ese modo, sería más fácil distinguir al creador del gerente, al arquitecto del publicista.

 

cesar portela

la arquitectura es una pasión como es el cine o como es la música. Igual que en literatura se especula con la palabra, o en pintura con el color, o en escultura con la forma, en el cine con la imagen y con el tiempo, en arquitectura se especula con el espacio, fundamentalmente, pero también con el tiempo. Y también con el color y con la forma. aunque una gran parte de las arquitecturas que se hacen no buscan otra cosa que el beneficio económico de sus promotores, ya sean políticos o financieros, y la gloria fácil de sus autores, hay otras arquitecturas de formas mas puras, de espacios serenos, que no pretenden otra cosa diferente de lo que son. [...] si yo fuera un poeta, o un escritor, hablaría de mis poemas, o de mis novelas, o de mis cuadros. pero al ser un arquitecto no puedo hablar de mis obras, tengo que hablar de nuestras obras, las que hago en compañía o en colaboración con un grupo amplio de técnicos y por consiguiente tengo que mencionar a un grupo amplísimo de trabajadores que las construyen. es muy difícil el atribuirse una obra personal cuando la labor de la arquitectura es tan compleja y requiere tanto esfuerzo y tanta participación.

 

oscar tusquets

la verdad nunca he llegado a saber si soy un arquitecto muy representativo, porque me ha gustado pintar, y me ha gustado diseñar objetos y muebles, y últimamente escribir [...] lo que pasa es que la arquitectura es un vicio. yo digo que es un vicio caro. es una mujer muy cara. porque una vez que te has metido en ella es difícil dejarla. yo digo siempre que la emoción entre una magnifica tetera y un mal edificio evidentemente es mas intensa en la magnífica tetera [...]

el diseño, sea industrial o sea artesanal... lo que distingue al diseño... esa proyectación de objetos útiles...que no precisan de las manos del inventor para ser piezas originales. yo creo que esto es lo que distingue un chippendale de un mueble de le corbusier o de gropius. para que sean original no hace falta que lo halla hecho yo con mis manos. ni siquiera lo sabría yo hacer con mis manos. y esto yo creo que es un poco la esencia del diseño. y evidentemente el problema de la utilidad y de la estética yo creo que es un problema mal planteado. Yo creo que es la estética en la utilidad. o sea que una tetera con la que te quemas o que se derrame el te acabas odiándola.

frei otto

la arquitectura es antiquísima, tan antigua como el hombre constructor. hasta hoy no ha necesitado de un modo imprescindible del arquitecto. el arquitecto existe desde hace unos 6.000 años y el ingeniero constructor desde hace unos 150. durante milenios, la arquitectura jugó, sino el papel central, sí al menos un papel fundamental en todas las culturas, en la técnica, en las ciencias naturales y en el arte. la división entre arte y ciencia es relativamente nueva. en el transcurso dela historia, las funciones del arquitecto fueron creciendo y con ello la especialización de todas las profesiones necesarias para construir. el arquitecto necesitó la ayuda del científico minucioso y con dotes matemáticas en el campo de las ciencias naturales. se dice que la arquitectura es la "madre de las artes"; el ingeniero es su hijo, que ahora reclama la independencia.

 

mario bunge. arquitectura

"pese a que la arquitectura es una disciplina prestigiosa, no hay consenso en lo que respecta a su naturaleza. en efecto, cada vez que le pregunto a un arquitecto qué es la arquitectura, recibo una respuesta diferente.

el arquitecto-artista me responde que la arquitectura es un arte. el arquitecto-ingeniero, que es una técnica. el arquitecto-artesano, que es una artesanía. el arquitecto-urbanista, que es una herramienta de reforma social. el arquitecto-paisajista, que es un medio para transformar terrenos en jardines. el arquitecto-abogado, que es una técnica para dirimir conflictos entre medianeras. y el arquitecto-empresario me asegura que la arquitectura es un negocio, aunque malo.

¿por qué no podrá ser la arquitectura todas estas cosas a la vez: arte, técnica, artesanía, medio de acción social, herramienta para hermosear el paisaje, auxiliar del derecho y negocio?

siendo la arquitectura un campo polifacético, cada arquitecto puede elegir el costado que más le guste o que mayor beneficio le reporte. será raro el que pueda o quiera abarcar todas las facetas.

lo mismo ocurre con la medicina, el derecho y otras profesiones liberales. todas ellas son poliédricas, y es difícil que una sola persona domine todos sus lados. de ahí que, cuando la obra es grande, se impone la formación de un equipo multidisciplinario. [...]"

"un cliente recurre a los servicios de un arquitecto para resolver algún problema. este pedido pone en marcha la imaginación del (buen) arquitecto, quien se pone a soñar. pero el sueño del arquitecto puede ser la pesadilla de su cliente. este ya no tiene un problema sino dos.

esta discrepancia entre arquitecto y cliente explica en parte que los más grandes arquitectos hayan sido los que menos obras han realizado. la otra parte de la explicación es que son demasiado originales para los gustos del cliente medio, que es bastante filisteo.

el buen arquitecto tiene sueños faraónicos, pero rara vez encuentra al faraón dispuesto a financiarle sus proyectos. basten dos ejemplos: el francés etienne-louis boullé en el siglo xviii y el argentino amancio williams dos siglos más tarde. para saber que diseñaron hay que estudiar sus planos, no los pocos edificios, por cierto racionales y hermosos, que llegaron a construir.

el arquitecto del montón no tropieza con las dificultades que presenta la discrepancia entre el ideal y la realidad. el se ajusta sin chistar a las exigencias del cliente y a las limitaciones del constructor. el resultado es que sus diseños llegan a convertirse en edificios olvidables. [...]"

"el buen arquitecto dejará algo de valor perdurable y contribuirá a mejorar el estilo de vida del cliente y el aspecto del barrio. ni el arte ni la técnica separados pueden tanto como cuando actúan combinados. [...]"

 

bibliografía

dolores alonso. en elogio a la luz. juan manuel martín de blas y manuel vincent. televisión española, 2003. [disponible en dvd]

jean baudrillard y jean nouvel. los objetos singulares. arquitectura y filosofía. buenos aires, fondo de cultura económica, 2001, isbn 950-557-508-4. pág. 12.

mario bunge. 100 ideas. buenos aires, sudamericana, 2006. isbn 978-987-566-472-2. 3. arquitectura [pág. 17-20]

santiago calatrava. conversaciones con estudiantes. barcelona, gustavo gilli, 2003. isbn 84-252-1510-2. pág. 25.

josep maría montaner. xaida muxi. arquitectura y política. barcelona, gustavo gili, 2011. isbn 978-84-252-2437-9. pág. 43.

helio piñón. curso básico de proyecto. barcelona, upc, 1998. isbn 84-8301-256-. pág. 54.

ludovico quaroni. proyectar un edificio. ocho lecciones de arquitectura. madrid, xarait ediciones, 1980. isbn 84-85434-09-9. pág. 15. título original: proggettare un edificio. otto lezioni di architettura. milano, gabriele mazzotta editore, 1977.

marco lucio vitruvio polión. los diez libros de arquitectura. madrid, alianza, 1995. isbn 84-206-7133-9. pág. 59-60. t ítulo original: de architectura. traducción: josé luis oliver domingo.

juan manuel martín de blas y manuel vincent. elogio de la luz. ciclo de videos de arquitectura española contemporánea. televisión española. 2003.

 

escuela de ingeniería civil. facultad de ciencias exactas, ingeniería y agrimensura. universidad nacional de rosario
http://www.fceia.unr.edu.ar/darquitectonico/