CARTA DEL SILENCIO
DE SANTA FE DE LA VERA CRUZ

 

Los miembros titulares y delegados a las Primeras Jornadas Interamericanas del Ruido y la Comunidad, reunidos en Santa Fe de la Vera Cruz los días 29, 30 y 31 de otubre de 1971,

DECLARAN

  1. Que el hombre requiere para su desarrollo pleno la superación de todos aquellos obstáculos que afectan su desenvolvimiento físico, sensorial, emocional y su integración en la comunidad.

  2. Que del mismo modo que la contaminación atmosférica, hídrica y la polución de los suelos conspira contra su salud en forma directa, la contaminación del silencio por los ruidos altisonantres también produce lesiones orgánicas y funcionales que requieren ser neutralizadas.

  3. Que la era tecnológica que ofrece su más alta estructura en los medios urbanos y preside la sociedad de consumo contemporánea, coadyuva al detrimento del medio ambiente humano con sus residuos y sus secuencias mórbidas.

  4. Que el desarrollo industrial que es un aspecto de avance de la tecnología, atento primordialmente al móvil de lucro no estima en sus reales términos los riesgos a que se someten los trabajadores en ambientes ruidosos, por la pérdida del sentido de la audición en forma parcial, progresiva o total, periódica o permanentemente con graves consecuencias para su futuro laboral.

  5. Que los efectos del ruido urbano que aparece como consecuencia de altoparlantes comerciales y de locales industriales no zonificados, del tránsito de automotores de carga y pasajeros, crea en los individuos sometidos a los mismos un estado síquico de irritabilidad que no favorece el comportamiento humano en su más elevada muestra de mensura y ponderación.

  6. Que la creación artística, científica y técnica requiere de ámbitos no solicitados por estímulos sicosensoriales que posibiliten la desconcentración y la inestabilidad nerviosa tanto como la respuesta desmedida que facilite la fatiga sensorial y el deterioro del órgano de la audición.

  7. Que compete a las instituciones públicas, privadas y de servicio, establecimientos docentes y voluntarios de la comunidad, elaborar planes, programas, encuentros, conferencias y cursos destinados a crear una conciencia en la población sobre los efectos perniciosos del ruido sobre la audición y la conducta humanas, la agresividad y el comportamiento social.

  8. Que la vida del hombre sobre el planeta merece rescatar los elementos primigenios que signaron el progreso de la humanidad, la pureza de la atmósfera y de las aguas, el estímulo del árbol y del pájaro o el silencio que la naturaleza brinda a sus criaturas sin estridencias ni estrépitos.

  9. Que urge que los poderes públicos dispongan de los recursos técnicos de evaluación del problema y de las medidas que conduzcan a la solución.

  10. Que expresa finalmente su desacuerdo total con aquellos supuestos avances de la técnica en materia de vuelos de aparatos supersónicos por los riesgos específicos sobre el equilibrio biológico y el confort y la salud humanas que tales desplazamientos producen.

Dada en Santa fe de la Vera Cruz a los 31 días del mes de octubre de mil novecientos setenta y uno.


 

E-mail: fmiyara@fceia.unr.edu.ar
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